El Brexit ha tenido consecuencias en muchos otros lugares además de Gran Bretaña. En Cataluña, por ejemplo. Aquí, como en toda España, se vio primero con sorpresa, luego con estupor y, finalmente, con incertidumbre. La incertidumbre, en cualquier caso, es la tónica general de la política en todo el mundo, muy acusada en los países occidentales, acostumbrados a las certezas. En Catalunya solemos mirar y analizar, para contemplarnos, cualquier proceso secesionista que va apareciendo en nuestro entorno: Quebec, Bélgica, Checoslovaquia, Kósovo y, por último, Escocia. ¿Porqué no hacer un referéndum como ahí?, se preguntaban muchos. Mas el resultado de la consulta escocesa dio negativo. Un poco más de la mitad de los escoceses no querían abandonar el Reino Unido. Y en un segundo referéndum, el del “Brexit”, salió que querían permanecer en la Unión Europea por abrumadora mayoría, de la cual se habrían salido si hubiese triunfado el sí a la secesión. Entonces aquí, en Cataluña, comenzaron las reflexiones. Quienes habían apostado por la desconexión con el Reino Unido, ahora querían quedarse en Europa para lo cual era condición indispensable que el Reino Unido permaneciese unido. Y, en cambio, los escoceses no podrían permanecer en la Unión Europea sin seguir, […]
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